¿Cuándo comenzaste a escribir?
–En la adolescencia.
¿Qué te motivó a ello?
–La inquietud de expresar sentimientos, de contar historias y hacer a los demás partícipes de ellas.
¿Qué papel juega la imaginación a la hora de escribir?
–Creo que la imaginación supone un 80% de importancia. Una historia bien elaborada es primordial, la corrección lingüística se da por supuesta; si a esto añadimos calidad literaria y unas grandes dosis de imaginación que nos lleva a situaciones, lugares o ritmos que hacen desbordar nuestra fantasía y nuestros mundos lectores, el escritor ha conseguido su objetivo. Si la imaginación va acompañada de originalidad, gran obra.
La previsibilidad suele echar a perder la chispa de la narración que la imaginación, en cambio, incentiva.
¿Qué opinas de los premios literarios?
–Los grandes están amañados. Los demás: hay de todo. Si el jurado tiene un mínimo de dignidad y vergüenza hará las cosas bien y no se dejará influenciar por nadie, atendiendo, tan sólo, a la calidad que vea reflejada en los trabajos presentados. Así debería ser, pero muchas veces no lo es.
¿Y del movimiento actual de publicación de libros a través de Internet?
–Es una opción más en este mundo de las comunicaciones que vivimos, pero el papel es el papel. Disfrutar del libro en la mano no tiene precio.
¿Crees que es necesaria la ayuda de un agente literario al empezar a publicar o basta con enviar tu manuscrito a la editorial?
–No lo veo necesario. Quizá más adelante... cuando uno es famoso, importante y maneja un gran volumen de trabajo, encargos, etc.
Hay que tocar en la puertas de muchas editoriales –generalmente en primera persona– y en la mayoría hay portazo, pero hay que seguir intentándolo.
¿Algún consejo para motivar a escribir a quienes ahora comienzan?
–Que lean. La lectura es primordial para coger hábito y para escribir bien.
Algo muy importante: que busquen la corrección en la escritura (que no la perfección), hay que escribir mucho para alcanzar buenos niveles literarios y coger práctica expresiva. No todo lo que se escribe –y menos en los inicios– es bueno, por ello hay que ser autocrítico y a su vez aprender de las críticas constructivas.
Tener siempre en el horizonte una premisa: para escribir un libro es importante tener algo que decir y decirlo bien –es decir, escribirlo bien–.
¿Y algún consejo para aprender a disfrutar con la lectura?
–El hábito que hayamos adquirido desde niños será el que nos empuje a disfrutar de los libros y sus lecturas. No hay otro secreto.
¿Cuál será tu próximo libro?
– El primero será “Ducha Escocesa”. Un libro de cuentos, en homenaje a un gran escritor aragonés desaparecido el año pasado, José Antonio Román Ledo. En él participo como coautor.
El segundo, ya como autor, será “Oruña”. Un libro que albergará un relato que narra la leyenda de un poblado celtíbero a las faldas del Moncayo.
¿Cuándo podremos leerlo?
–Ambos se editarán este año 2008.
¿Algún lugar te inspira a escribir?
–Si quieres decir “evocar”, sí. Siempre hay algún lugar que te atrapa y escribes sobre él. Mi primer libro fue una Memoria Histórica sobre mi pueblo, Vera de Moncayo. Como ves, sí existen esos lugares evocadores y de inspiración que cada uno lleva consigo o los encuentra, y escribe sobre ellos.
Por otra parte si te refieres a lugar de trabajo como escritor también lo hay. En las casas de mis pueblos (Bulbuente, por parte de mi mujer, y Vera de Moncayo, por parte materna) disfruto escribiendo.
¿Te has inspirado alguna vez en tus propias experiencias a la hora de escribir?
–Siempre hay pequeñas vivencias que aportan tu experiencia vital a las obras, unas veces son más directas y otras se usan como recurso en tercera persona.
¿Cuándo se publicó tu primera obra?
– En enero del año 2005.
¿Rechazaron en muchas ocasiones tu trabajo?
– Varias, pero no hay que perder la fe. No hay que perseguir la publicación como un fin último sino como un objetivo que cuando llegue será gratificante. Creer en nosotros mismos y en nuestro trabajo será determinante para seguir intentándolo.
*En la foto, José Ángel firma ejemplares de uno de sus libros en el Paseo de Independencia de Zaragoza, durante la feria del libro 2005.
–En la adolescencia.
¿Qué te motivó a ello?
–La inquietud de expresar sentimientos, de contar historias y hacer a los demás partícipes de ellas.
¿Qué papel juega la imaginación a la hora de escribir?
–Creo que la imaginación supone un 80% de importancia. Una historia bien elaborada es primordial, la corrección lingüística se da por supuesta; si a esto añadimos calidad literaria y unas grandes dosis de imaginación que nos lleva a situaciones, lugares o ritmos que hacen desbordar nuestra fantasía y nuestros mundos lectores, el escritor ha conseguido su objetivo. Si la imaginación va acompañada de originalidad, gran obra.
La previsibilidad suele echar a perder la chispa de la narración que la imaginación, en cambio, incentiva.
¿Qué opinas de los premios literarios?
–Los grandes están amañados. Los demás: hay de todo. Si el jurado tiene un mínimo de dignidad y vergüenza hará las cosas bien y no se dejará influenciar por nadie, atendiendo, tan sólo, a la calidad que vea reflejada en los trabajos presentados. Así debería ser, pero muchas veces no lo es.
¿Y del movimiento actual de publicación de libros a través de Internet?
–Es una opción más en este mundo de las comunicaciones que vivimos, pero el papel es el papel. Disfrutar del libro en la mano no tiene precio.
¿Crees que es necesaria la ayuda de un agente literario al empezar a publicar o basta con enviar tu manuscrito a la editorial?
–No lo veo necesario. Quizá más adelante... cuando uno es famoso, importante y maneja un gran volumen de trabajo, encargos, etc.
Hay que tocar en la puertas de muchas editoriales –generalmente en primera persona– y en la mayoría hay portazo, pero hay que seguir intentándolo.
¿Algún consejo para motivar a escribir a quienes ahora comienzan?
–Que lean. La lectura es primordial para coger hábito y para escribir bien.
Algo muy importante: que busquen la corrección en la escritura (que no la perfección), hay que escribir mucho para alcanzar buenos niveles literarios y coger práctica expresiva. No todo lo que se escribe –y menos en los inicios– es bueno, por ello hay que ser autocrítico y a su vez aprender de las críticas constructivas.
Tener siempre en el horizonte una premisa: para escribir un libro es importante tener algo que decir y decirlo bien –es decir, escribirlo bien–.
¿Y algún consejo para aprender a disfrutar con la lectura?
–El hábito que hayamos adquirido desde niños será el que nos empuje a disfrutar de los libros y sus lecturas. No hay otro secreto.
¿Cuál será tu próximo libro?
– El primero será “Ducha Escocesa”. Un libro de cuentos, en homenaje a un gran escritor aragonés desaparecido el año pasado, José Antonio Román Ledo. En él participo como coautor.
El segundo, ya como autor, será “Oruña”. Un libro que albergará un relato que narra la leyenda de un poblado celtíbero a las faldas del Moncayo.
¿Cuándo podremos leerlo?
–Ambos se editarán este año 2008.
¿Algún lugar te inspira a escribir?
–Si quieres decir “evocar”, sí. Siempre hay algún lugar que te atrapa y escribes sobre él. Mi primer libro fue una Memoria Histórica sobre mi pueblo, Vera de Moncayo. Como ves, sí existen esos lugares evocadores y de inspiración que cada uno lleva consigo o los encuentra, y escribe sobre ellos.
Por otra parte si te refieres a lugar de trabajo como escritor también lo hay. En las casas de mis pueblos (Bulbuente, por parte de mi mujer, y Vera de Moncayo, por parte materna) disfruto escribiendo.
¿Te has inspirado alguna vez en tus propias experiencias a la hora de escribir?
–Siempre hay pequeñas vivencias que aportan tu experiencia vital a las obras, unas veces son más directas y otras se usan como recurso en tercera persona.
¿Cuándo se publicó tu primera obra?
– En enero del año 2005.
¿Rechazaron en muchas ocasiones tu trabajo?
– Varias, pero no hay que perder la fe. No hay que perseguir la publicación como un fin último sino como un objetivo que cuando llegue será gratificante. Creer en nosotros mismos y en nuestro trabajo será determinante para seguir intentándolo.
*En la foto, José Ángel firma ejemplares de uno de sus libros en el Paseo de Independencia de Zaragoza, durante la feria del libro 2005.